Corrí tras los grandes objetivos externos

Pero ninguno se traducía en felicidad

Ni siquiera la maternidad, “la gran meta de toda mujer”, hacia la que corrí a mis 30’s…logró aplacarme en mi búsqueda.

A lo largo de mi vida corrí tras los grandes objetivos externos que se supondría me ayudarían a alcanzar la felicidad que de alguna manera, se me escapaba…

Corrí a estudiar en una prestigiosa universidad, corrí hacia la gran empresa y el dinero que podía ganar ahí, corrí hasta llegar a ser una referencia en el mundo corporativo…

Cada logro detonaba el siguiente, y yo corría hacia ellos! Sin alcanzar nunca la ansiada felicidad.  Ni siquiera la maternidad, “la gran meta de toda mujer”, hacia la que corrí a mis 30’s…logró aplacarme en mi búsqueda.

…fue como si algo se ordenara en mí, como si mi cuerpo agradeciera cada postura…

Reconozco que jamás me desanimé, tal vez mi juventud, tal vez mi naturaleza perseverante, tal vez el Universo, que
un día cualquiera, me llevó a tomar  una clase de yoga…

Fue como si algo se ordenara en mí, como si mi cuerpo agradeciera cada postura que reconocía a la perfección… Terminé esa clase conmovida.

Desde entonces, hace 20 años, sigue teniendo ese mismo efecto en mí y la practico con devoción!

En esa primera clase, dejé de correr, mi mirada dejó de enfocarse afuera, y logré mirar hacia adentro y desde entonces, mi camino se ha ido abriendo sin tanto esfuerzo, y sin tanta prisa.

Hoy, sé quién soy… Escuché mi llamada: ayudar a otros a recordar y descubrir aquello que les hace brillar

Hoy, sé quién soy ¡y entiendo para qué estoy aquí! Escuché mi llamada: ayudar a otros a recordar y descubrir aquello que les hace brillar, ayudar a encontrar el camino, la misión en esta existencia  es parte de mi misión y he hecho de ello mi profesión!

Buscando irme a USA, acabé en México… Lo que en aquel entonces me pareció una tragedia, se volvería unos cuantos años más tarde la puerta a mi realización personal, laboral y familiar.

Terminando mis estudios, huí a Alemania. El Universo se encargó de que mis ofertas laborales en España fueran tan desastrosas, que Alemania se perfiló como una excelente opción para mí. Adicionalmente, la idea de vivir fuera de España ¡me atrajo desde siempre! Así que, sin pensarlo mucho, empaqué 4 cosas y me fui a Múnich a hacer unas prácticas en una compañía de seguros. Tras las prácticas me contrataron de forma permanente ¡Así que lo que inició como un viaje de 3 meses, se transformó en una estancia de 5 años!

Cuando  Alemania se me iba “quedando pequeña”, sin miedo, levanté la mano para irme a trabajar al otro lado del Atlántico. Buscando irme a USA, acabé en México (un pequeño error de cálculo, lo sé). Lo que en aquel entonces me pareció una tragedia, se volvería unos cuantos años más tarde la puerta a mi realización personal, laboral y familiar.

Identificaba mi felicidad con mi cuenta bancaria, ...

Así, con bastante miedo, llegué a México a trabajar, a esta parte de mi vida la llamo: ¡De la más absoluta eficacia germánica a la total tropicalización mexicana! Puede parecer algo tonto, pero el choque cultural, climático, digestivo y anímico fue brutal.  Me sentía perdida y pedí mi “transfer” varias veces… pero México me retenía y cada vez que casa matriz miraba hacia mí, era para felicitarme por mi trabajo y asignarme más responsabilidad, pero, sobre todo, ¡más sueldo!

Identificaba mi felicidad con mi cuenta bancaria, tomaba un segundo aire y continuaba con mi tarea, un año más. Así iban transcurriendo los meses y cuando quise darme cuenta ¡habían pasado 4 años! México y su gente me iban transformando…

Enfermedad tras enfermedad, comprendí que no podía seguir por el camino que me había traído hasta aquí, ¡así que me armé de valor y dejé todo!

Después de esos 4 años de trabajo en México, y por fin sintiendo que había conquistado mi primera cima, laboralmente exitosa, comprendí que ése no era mi camino. Algo en mí había cambiado y el interés por el conocimiento del Ser y el ayudar al prójimo, empezaron a perseguirme.

Enfermedad tras enfermedad, comprendí que no podía seguir por el camino que me había traído hasta aquí, ¡así que me armé de valor y dejé todo! ¡Literalmente salté al vacío – así se sintió- y me dediqué a buscar una nueva senda! ¿Has sentido ese deseo alguna vez?

Fue así como me tomé el tan anhelado año sabático, pero eso sí, bien aprovechado: Retiros de silencio, la práctica diaria de yoga, la iniciación en Reiki, Tao y el deporte ¡fueron clave en mi reorientación y me ayudaron a vislumbrar mi segunda cima! Esta vez, familia y trabajo tendrían que coordinarse.  Me casé ¡con un mexicano formidable! y tuve 2 hijos, también formidables.

…me decidí a probar y compartir mi propio método de sanación para cuidar los 3 cuerpos; combinando el Biomagnetismo (imanes) para el cuerpo físico, el Código Emocional y el Reiki para el cuerpo energético y mis horas de meditación para el cuerpo espiritual.

Empecé a estudiar un método científico de sanación denominado Biomagnetismo Médico y mientras aprendía cómo funcionaba el apasionante mundo del magnetismo, perseveré en la práctica de yoga, ¡me orienté hacia la física cuántica y la meditación!

Mis hijos fueron creciendo, yo también. Y ahora ya estaba lista para iniciar mi segunda andadura laboral a mis 40 años, sí como lo lees.

Con muchas horas de yoga, meditación y estudio encima, ¡me atreví a lanzarme de nuevo al vacío! Esta vez para ayudar y así me decidí a probar y compartir mi propio método de sanación para cuidar los 3 cuerpos; combinando el Biomagnetismo (imanes) para el cuerpo físico, el Código Emocional y el Reiki para el cuerpo energético y mis horas de meditación para el cuerpo espiritual.

¡Lo que inició como un hobby se volvió mi pasión y mi vida!

¡El éxito fue inmediato! Las personas reportaban maravillas, sensaciones de ligereza inexplicables, bienestar, ausencia de dolores, absoluta paz… y así llegamos a hoy! Conmigo queriendo ayudar a más personas y contigo leyendo hasta aquí ¿Curioso, no crees?

¡Lo que inició como un hobby se volvió mi pasión y mi vida! Hoy tengo un consultorio en la Ciudad de México donde atiendo presencialmente, pero gracias al manejo de la bioenergía, el entendimiento del campo cuántico y con ayuda de la meditación ¡Atiendo online en todo el mundo y los resultados, asombrosamente, son los mismos!